Desde cielo, tierra y mar, son varias las formas por las que se puede arribar a Buenos Aires. Pero es el avión el transporte que permite llegar a la capital desde casi cualquier punto del mundo.
¿Dónde aterriza el avión?
Quienes vuelen a Buenos Aires, dependiendo de qué país lo hagan, pueden llegar a aterrizar en dos aeropuertos: Ezeiza o Aeroparque.
El primero es el Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini, el más importante del país, al que llegan los principales vuelos internacionales. Se encuentra en la localidad bonaerense de Ezeiza, a 32 kilómetros de la ciudad y a 50 minutos del centro de la misma.
El segundo es el Aeroparque Jorge Newbery, y tiene como principal característica que es el único que está ubicado dentro de la ciudad, en el barrio porteño de Palermo, y a unos 20 minutos aproximadamente del Obelisco. A este aeropuerto llegan los vuelos provenientes de provincias del interior del país o de solo algunos países de la región.
Para evitar inconvenientes o tiempos de espera muy prolongados, acá van algunos consejos para los turistas que lleguen a la Argentina y necesiten trasladarse a su hotel en el centro de la capital.
¿Cómo trasladarse al hotel?
En ambos aeropuertos hay diversas opciones para elegir.
TAXIS:
Es la opción más rápida. En Ezeiza se recomienda no tomar los taxis que funcionan afuera del aeropuerto, sino reservar el taxi antes de salir de la terminal, en los mostradores de Taxi Ezeiza, que cumple servicios desde 1985. También se puede hacer la reserva en la web oficial. El viaje hasta capital actualmente se acerca a 40 dólares a cambio oficial, y son más baratos que los remises.
Aeroparque, por su parte, cuenta con una parada oficial para taxis de la Ciudad de Buenos Aires, con un ticket que define el costo del viaje antes de subir al vehículo. Se realiza dirigiéndose al sector de arribos nacionales donde se encuentra la parada, y mediante un código QR para escanear se crea el ticket online en el celular, con el destino, la cantidad de pasajeros y de equipaje. De esa manera, se genera un precio fijo.
REMISES:
Tanto en Ezeiza como Aeroparque hay una serie de empresas habilitadas para dar este servicio de autos de traslado con chofer privado que también te pueden llevar a tu hotel: Manuel Tienda León, Transfer Express y Trans Air. Se encontrarán en los mostradores habilitados dentro de las terminales. La primera es la más conocida y permite reservar desde la web, ofreciendo el trayecto desde Ezeiza hasta el Centro por unos 30 dólares.
SHUTTLES Y AUTOBUSES PRIVADOS:
Los autobuses privados ofrecen una buena comodidad y están disponibles las 24 horas. El servicio de Tienda León de Aeroparque hacia la terminal de Obelisco cuesta aproximadamente 4 dólares, y de Ezeiza a la terminal de Puerto Madero, también en la zona céntrica, tiene un costo aproximado de 13 dólares, con llegada estimada en 50 minutos.
TRANSPORTE PÚBLICO:
Es la opción más económica (un pasaje de colectivo cuesta menos de 1 dólar), aunque la menos recomendable en cuestiones de tiempo y de comodidad.
De Aeroparque hacia Retiro, donde está por ejemplo el Hotel Sheraton, llegan las líneas de colectivo 33 y 45, con parada en la Avenida Rafael Obligado. Por otro lado, el ramal G de la línea 8 de colectivos, un servicio semi rápido que va por autopista, tiene un recorrido desde Ezeiza, llegando en poco más de 1 hora a Retiro y finalizando en Aeroparque.
En estos casos se debe contar con la tarjeta SUBE que se puede adquirir en kioscos.
ALQUILER DE AUTOS:
Casi todas las grandes empresas internacionales y varias nacionales de alquiler de autos están presentes en ambos aeropuertos: en la terminal A de Ezeiza y en el sector de arribos nacionales de Aeroparque. También se puede hacer el trámite a través de internet. El precio por 3 días para el auto más económico es de 138 dólares.
Como últimas recomendaciones, tratar de tener en cuenta estos transportes y precios estimados para evitar situaciones inesperadas o de inseguridad, como autos no habilitados. Siempre es mejor no escatimar gastos y llegar tranquilos y cómodos al hotel después de un vuelo cansador. ¡Buen viaje!